Era un dia como todos los dias, comun y aburridisimo. Estaba en la escuela intentando quedar despierta mientras veia a los profesores mover lentamente la boca escupiendo mierda y mas mierda, que supuestamente deberia ir en el examen, pero al fin y al cabo no te servira para nada. Bueno en fin el reloj dio las 11:30 y era (POR FIN) hora de recreo. Estabamos Priscilla, Camila, Gabi y yo juntas comiendo, platicando, riendonos de chistes y otras locas anecdotas de parte de Priscilla, cuando derrepente, del buen descanso que estaba disfrutando. Senti algo caer repentinamente en mi pierna. Lo primero que uno piensa es que era una piedrita, o una balla de un arbol, etc. Pero peculiarmente esta caida fue mas...suave, como si algo hubiera amortiguado la caida. Como en camara lenta, voltee a ver el extraño acontecimiento y para mi sorpresa no era nada de lo que yo imaginaba. Al ver el misterioso objeto me di cuenta que estaba completamente equivocada. La cosa era algo chiquito, marron y con semillas incrustadas en lo que parecia una masilla aguada (perdon si la descripcion suena repugnante pero es la cruda verdad, este mundo no esta lleno de rosas.) Bueno ya se imaginan lo que era, pues si, estan en lo cierto esa pequeña porqueria era un...regalo enviado del cielo. No me mal interpreten no era un regalo de Dios (si lo fuera, Dios me odia mas que el Diablo!) pero sino un regalo de un maldito animalito que vuela en el cielo, un f*** pajaro.
Y lo primero que se me cruzo por la mente en ese preciso momento fue: Coño...
Ya se imaginan que estaba completamente atonita y estupefacta, cuando dije:
- Schiße! me acaba de caer popo de pajaro en la pierna.
Las tres voltearon a verme como si estubiera demente, tampoco podian creer lo que pasaba. Entonces, mas conciente de lo que sucedia, me lleve las manos a la cabeza en señal de desgracia y dije con un tono de desesperacion.
- Ahh! ¡me cayo mierda de pajaro en la pierna!
- ¡¿QUE?! - preguntaron en unisono.
- ¡QUE ME CAGO UN PAJARO ENCIMA! - dije histerica.
- ¡Jajajajajajaja! - gritaron todas mientras yo lloraba desesperadamente en mi interior. O como el tio de Priscilla hubiera dicho: ¡coño, coño, coño! y otras obsenidades que ni al pervertido de la esquina se las puede ocurrir. En fin, no pense que esto me sucederia de nuevo en un futuro cercano (una semana despues para ser exactos)
- Mangu (Ann-Marie)
Estimados lectores :p creeeeeeaanme que cuando un pajaro se te caga encima NO es definitivamente buena suerte.
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